Se fue la persona bondad
la cordura sencilla
el sentido máximo de la relatividad
se fue un segundo Padre
nuestra innata conexión
tu verdad dolorosa se fue
se fue tu siesta de sillón
tu postura inamovible
tu boca abierta
tu roncar constante vigilado por mis ojos
Se fueron mis lágrimas con tu luz
tus historias de parranda
tus sinceras carcajadas
tus chistes perpetuos
se fue el amor por la vida
el amor por tu vida
y la absoluta convicción de que
hubieras querido vivirla igual
si gozáramos de un segundo nacimiento
se fue la real importancia de las cosas
la no cabida a los arrepentimientos
el sentimentalismo de un bebé
la devoción sin límites por tu mujer/por la familia se fue
Se fue un gran trozo de mi historia.
Ya no hace falta que andes a escondidas.
Tómate todos los tintos que quieras.
miércoles, 14 de julio de 2010
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