Se acuerda de todas las promesas incumplidas, de todas, de todos los afectos nulos y cínicos, de todos, lo que pasa es que se hace el tonto. El desengaño ha llegado tan hondo que comienza a creer lo que desde siempre le han repetido una y otra vez al oído: "ten cuidado, ellos miran sólo su ombligo...". Ahora se daba cuenta y al mismo tiempo no terminaba de aceptarlo. Pero sí, parece que es así. ¿Por qué no los mandaba a todos a tomar por culo?
martes, 19 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A raíz de una frase de Vila-Matas en "Dublinesca", donde dice algo así como que no existen los amigos, sino momentos de amistad sólo.
ResponderEliminar