lunes, 4 de enero de 2010

...acerca de Delirium Tremens

A la mañana siguiente leería:

"He llegado. Sí. A pesar de todo. Ellas estaban ya acostadas. Al menos tengo una bienvenida asegurada. Voy a la cocina y trato de aplacar los efectos. Hambre no tengo. Me quedo mirando al suelo y me pregunto quién ganará esta vez. ¿La mezcla idónea para sentir lo que siempre quisieras ser, o el antídoto infalible capaz de aplacar cualquier euforia premeditada...?".

En la mañana presente:

"... Mirando las baldosas también me pregunté ¿y si éste fuera tu último momento? ¿Y si éste fuese tu momento último? Hay gente que muere así. De repente. Apreté el paquete de tabaco con la mano y sólo pude pensar en llenarla de besos, agobiarla de abrazos".

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