lunes, 4 de enero de 2010

Una auténtica mierda

Te lo diré clarito porque de otra manera dudo que te enteres.
Dejaré a un lado las palabras sutiles
y los rodeos que a ti puedan llevar a equívoco:
Eres una auténtica mierda.
No sabes leer, escribir o expresarte
de una forma medianamente correcta
no tienes clase alguna
amor que dar y menos que recibir
solamente tienes y quieres dinero
te crees importante e intocable
pero por tus venas corre el mismo líquido
que por las mías. Te acompañan siempre el desprecio
y la prepotencia, y crees que así
todo irá viento en popa toda vela. Das pena.
A mí me das risa. A muchos de los que te conocen, asco.
Porque como ya te he dicho
eres una mierda.

Quisiera que la vida te diera un palo para bien
que te dieras cuenta de algo muy sencillo: el respeto.
Pero hace ya tiempo que perdí esa esperanza.
Pienso, a veces, que el palo
te lo tendría que dar yo
pero no creo que gane nada con ello. Así
que me sentaré aquí
y haré exactamente lo que ahora:
ganarme la vida mientras me río de ti.
Estas son las primeras y únicas palabras
que te dedico. No mereces más.

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