martes, 26 de enero de 2010

...acerca de Delirium Tremens

Agazapado bajo un chopo esperó a que el jardinero terminara de recoger los bártulos propios de su faena. Se había quedado prendado por el buen gusto con el que había podado los setos, cortado el césped. Después de verlo desapareder por la puerta trasera de la vivienda salió de su escondrijo y saltó la pequeña verja que rodeaba la propiedad a fin de observar más de cerca los resultados de las labores de aquel empleado. En un impulso irrefrenable se echó al suelo, ante la entrada principal. Y allí se vio: Ignatius J. Really tumbado y disfrutando de aquella vista de nubes esponjosas y olor a día de piscina con la familia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario